30 agosto 2008

Solos


Estamos solos ante la vida.
Durante un rato estuve mirando al pobre patito para ver si era capaz de arrojarse al agua y seguir a la madre o si, por el contrario, permanecía en tierra firme, solo y desamparado, esperando a que ella se acercase a él.
Al final saltó y nadó hasta encontrar la seguridad que su madre le ofrecía.
Una historia conmovedora, más sobre todo si estás presente para observarla en todo su desarrollo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Anímate a comentar lo que se te ocurra.

Geometrías visuales