09 junio 2009

Victoria Bug Zoo

Una de mis Fotos:
Enlace 01, Enlace 02, Enlace 03

Publicidad del Zoo de Victoria, Canadá:


Es interesante observar cómo, poco a poco voy abriendo camino en la red.
Fijaos vosotros en el plagio descarado que los de Victoria Bug Zoo, allá en Canadá, han hecho de alguna de mis fotos.
Que no, que no, que es broma.
El caso es que estaba ojeando Adgoodness, el blog de Frederik Samuel y al ver el post sobre la campaña de publicidad de ese zoo canadiense, en la que se ha querido mostrar lúdicamente cómo ven la vida algunos insectos, me ha recordado inmediatamente las fotos que hice hace pocos meses cuando encontré por casualidad un artilugio en una tienda del Born, en Barcelona que me permitía desfigurar la realidad del mismo modo que lo han hecho los de la agencia Rethink, de Vancouver.
Aquellas fotos que hice me trajeron instantáneamente a la mente esa misma idea, pero el caso es que ningún Zoo español se puso en contacto conmigo -ni yo con ellos, cierto-.
Ahora la oportunidad está perdida ;-)

05 junio 2009

Composición

Bueno... no me desagrada esta foto.
Como otras que hay por aquí está un poco/demasiado retocada, pero a mí me gustan esos procesados salvajes -mientras no se pierda el norte-. Sin embargo, no me gusta demasiado el motivo principal.
Imagino que sustituyendo al perro por un ser humano, en sus distintas variantes, hombre/mujer, situaciones, posturas, prendas (colocadas, o no) , conseguiría una foto mejor.
Pero es lo que hay.

03 junio 2009

Que circule el dinero

He recibido un correo contando una historia que ya oí el sábado pasado en "No es un día cualquiera" ese buen programa de RNE 1.
La historia es la siguiente:

Es agosto en una pequeña ciudad de costa, en plena temporada; cae una lluvia torrencial y hace varios días que la ciudad parece desierta.

Todos tienen deudas y viven a base de créditos.
Por fortuna, llega un ruso forrado y entra en un pequeño hotel con encanto. Pide una habitación. Pone un billete de 100€ en la mesa del recepcionista y se va a ver las habitaciones.
El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero.
Éste coge el billete y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos.
A su turno éste se da prisa a pagar lo que le debe al proveedor de pienso para animales.
El del pienso coge el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con la prostituta a la que hace tiempo que no paga. En tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito.
La prostituta coge el billete y sale para el pequeño hotel donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado.
En este momento baja el ruso, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, coge el billete y se va Nadie ha ganado un duro, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira el futuro con confianza!

MORALEJA:

SI EL DINERO CIRCULA SE ACABA LA CRISIS


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Pero yo me pregunto:
¿Quién deja 100€ sobre una mesa y luego se va?
¿Cómo podemos estar hablando de un hotel con encanto y a la vez de prostitutas que se alojan con sus clientes en ese mismo hotel?
¿Como es posible que siempre estemos hablando de una misma cantidad -100€- que se deben unos a otros?
¿Existen ciudades con solo 5 habitantes -el recepcionista, el carnicero, el criador de cerdos, el proveedor de pienso y la prostituta-?
En fin, para qué seguir. La clave está en esa última pregunta que me hago, porque aislando el caso particular de esos cinco, sí es posible lo que cuenta esa historia. Pero ahora traslada lo mismo a una típica ciudad de 22000 habitantes, y ya se desmorona el tenderete. Así que imagina un país de 46.000.000 habitantes como este.
El billete de 100€ estaría tan desgastado después de pasar por tantas manos que dudo yo que el despistado ruso lo confundiera con el billete original que dejó en el mostrador.

01 junio 2009

Desierto de las Palmas



Dos panorámicas, una subiendo al Pico del Bartolo y otra desde la cumbre -bueno, cumbre, cumbre...- misma.

Cielos dramáticos






Un paseo por la montaña este domingo pasado me permitió tomar una serie de fotografías que ahora subo.
El día fue gris, el cielo, encapotado, amenazaba lluvia, cayeron cuatro gotas, como para dar fe de que si el tiempo quería, me iba a mojar y yo, cámara en mano -por cierto se trataba de una compacta sencilla- tomé varias fotos, no demasiadas, para dejar constancia de mi paso por "la cumbre", no me vayan a presuponer más sedentario de lo que soy.

El monstruo de las galletas

Geometrías visuales